- Entender el problema.
- ¿Entiendes todo lo que dice?
- ¿Puedes replantear el problema en tus propias palabras?
- ¿Distingues cuáles son los datos?
- ¿Sabes a qué quieres llegar?
- ¿Hay suficiente información?
- ¿Hay información extraña?
- ¿Es este problema similar a algún otro que hayas resuelto antes?
- Elaborar un plan.
- ¿Puedes usar alguna estrategia? (Una estrategia se define como un artificio ingenioso que conduce a un final).
- Ejecutar el plan.
- Ejecutar el plan.
- Implementar la o las estrategias que escogiste hasta solucionar completamente el problema o hasta que la misma acción te sugiera tomar un nuevo curso.
- Concédete un tiempo razonable para resolver el problema. Si no tienes éxito solicita una sugerencia o haz el problema a un lado por un momento (¡puede que “se te prenda el foco” cuando menos lo esperes!).
- No tengas miedo de volver a empezar. Suele suceder que un comienzo fresco o una nueva estrategia conducen al éxito.
- Mirar hacia atrás para determinar que la solución es correcta.
- ¿Es tu solución correcta? ¿Tu respuesta satisface lo establecido en el problema?
- ¿Adviertes una solución más sencilla?
- ¿Puedes ver cómo extender tu solución a un caso general?
Tomado de: Polya, George. “How To Solve It. A New Aspect of Mathematical Method”. Second Edition. Princeton University Press. Princeton, NJ. 1973.